Oda al NFT: Mucho más que un JPG
Mucho más que un jpg, una identidad a partir y en relación al arte.
Querida nación Bankless,
Desde el año pasado los NFT se volvieron controversia, generando hype. Sin embargo, la mayoría de personas aún no entiende la trascendencia que pueden llegar a implicar.
El newsletter de hoy ahondará en la aplicación tangible de un NFT a nuestra vida cotidiana y “real”. Además, pondrá en duda la realidad virtual que estamos experimentando y cómo esta afecta a conceptos como propiedad o identidad.
El día de hoy, veremos una perspectiva más cultural de la tecnología criptográfica al rededor de nft.
Escritora: Celexia
🪞La identidad digital y el arte
Un nft en unas décadas, quizás ya sea una costumbre artística de validación. Siendo así, estaríamos contemplando el nacimiento de la primera forma de validación de identidad legítima basada en la auto percepción.
Una nueva capacidad del ser humano al descubierto, una nueva forma de expresar otro lado de nuestro ser. Representa, entonces, la implementación de una nueva costumbre: relacionar la identidad con el compartir cómo te sientes a través del arte.
Qué representan los colores, formas y estéticas que llaman tu atención. Qué asocias con tu persona o con el mundo. Qué intentas comunicar y a trasmitir a través de estos factores.
Antes de empezar, definamos bien qué es un NFT. Un nft, como lo indican sus siglas en ingles, es un token no fungible. Esto significa que al no ser fungible, tampoco es reemplazable.
Es un activo/objeto único. Contrario, por ejemplo, a las criptomonedas que son activos/objetos fungibles, ya que al ser dinero son reemplazables. ¿a qué me refiero cuando digo que son reemplazables? pues a que existen varios billetes de 100$, 50$ o 20$, asimismo, monedas de 10 ctvs o 5 ctvs . Son reemplazables porque cada billete de 20$ vale lo mismo que otro con la misma cantidad; de igual manera, cada moneda de 5 ctvs vale exactamente lo mismo que otra de la misma cantidad y así sucesivamente. Un NFT, en cambio, es único en su especie, al igual que su valor. Su valía no se rige en apreciar o consumir la imagen en si, sino en realmente poseerla. Esta puede ser observada por cualquiera, pero eso no significa que cualquiera la puede utilizar en la blockchain. Un ejemplo más cercano sería cuando escuchas tu canción favorita. La puedes apreciar, consumir, acceder a ella fácilmente y en muchas ocasiones, gratuitamente. Sin embargo, realmente no te pertenece. No la puedes usar como propia, ni mucho menos con fines de lucro.
La identidad, por otra parte, es el conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás. Es decir, es algo único que te diferencia del resto a nivel individual, pero también lo puede hacer a nivel colectivo. Tal como lo hace un NFT que es único en su especie pero también pertenece a colecciones, por tanto a comunidades. Definitivamente estas definiciones se pueden relacionar. Por lo que, no es sorpresa que se estén presentando juntos en este nuevo mundo financiero y virtual.
🎭 Reflejo o máscara
Qué es la fotografía si no es repetir mecánicamente lo que nunca más se podrá repetir existencialmente. Qué es un NFT, si no es repetir mecánicamente lo que nunca más se podrá repetir virtualmente.
El ser humano siempre ha expresado por medio de la cultura su miedo y rechazo hacia morir. Hace siglos, tenemos una necesidad u obsesión por preservarnos ya sea por nuestras habilidades o logros. Hace unas pocas décadas, gracias a la tecnología, hemos encontrado la forma de preservarnos vivos a través del tiempo y espacio, aunque sea de una manera virtual. Este intento desesperado por no morir, no dejarnos ir, no perdernos la oportunidad de volver a vivir esos momentos que son parte de lo que “somos” nos llevan a cuestiones un tanto filosóficas: ¿Realmente vivimos nuestro presente o estamos siendo esclavos de un mundo ficticio en el que escapamos de nuestra realidad? ¿Estamos intercambiando vivencias reales o nos escondemos detrás de lo virtual, detrás de una foto que solo te muestra una pequeña parte de la realidad? Y aunque son preguntas realmente profundas y complejas de responder, yo me pregunto qué tanta diferencia existe con el mundo “real” al final. ¿Realmente vivimos nuestro presente o vivimos en constantes recuerdos y expectativas de eventos que aún no pasan? ¿Intercambiamos vivencias reales o nos escondemos detrás de mecanismos de defensa que solo muestran un pequeña parte de lo que somos?. Qué es Internet, si no es más que una expresión de lo que ya somos. Y personalmente creo que, de hecho, nos facilita poder encontrar nuestra comunidad y por tanto nos brinda mayor comodidad para relacionarnos, comunicarnos, entendernos y por tanto, crecer. Evidentemente, como con casi todo, las consecuencias residen en las decisiones que tome el individuo para si mismo. En qué desea invertir su tiempo navegando en la Web y cuales son sus fines al hacerlo. Es claro que, si la mayor parte del tiempo que usas en internet (fuera de cuando cumples con tus deberes) es con fin de entretenimiento, tu crecimiento personal será casi nulo. Pero no es culpa de internet perse, ya que probablemente si no existiera, buscarías otra clase de escape. Podríamos hablar del daño que causa su uso en menores de edad o cómo incrementa la procrastinación en las personas. Pero ese es un tema extenso que nos desviaría ahora del tema central. Solo dire que mucho reside en la información que tengamos previamente a interactuar con la web.
📸 Captura tu esencia
Desde que tenemos un acceso facilitado al lente de una cámara (gracias a nuestros celulares) nuestra obsesión por capturar en fotografía - ya sea a nosotros mismos o cómo vemos el mundo - ha ido en crecimiento. De igual forma ha sucedido con nuestra necesidad de mostrar estas capturas de “realidad” y recibir reconocimiento social a cambio. Sin embargo, esta convivencia con lo que se podría considerar arte o una expresión artística de las personas, ha quedado separada del “mundo real”. Donde nuestra identidad se ve representada bajo los términos de un ente superior (el gobierno). Y la representación de tu identidad queda reducida a los requisitos que impone el gobierno. Pero qué pasaría te dijera que la próxima revolución tecnológica que estamos viviendo implica trasformar totalmente esta dinámica. Lo cual significaría que ahora tú (al igual que todos) tienes total control sobre la estética que representa tu identidad y además, sobre quiénes pueden acceder a ella y cuánto pueden saber. Se va poniendo más interesante ¿cierto?.
La era digital ha puesto en duda nuestra forma de percibir la realidad, la forma de funcionamiento que entendíamos de la vida o del mundo. Además, el modo de su ser posible, un ser en el que nosotros percibimos habitar. De esta forma, tiene total sentido decir que “habitamos en la Web”. Cada día, lo queramos evitar o no, estamos más unidos a la tecnología. Como especie hemos desarrollado una nueva red de comunicación a nivel global, donde depositamos nuestro conocimiento entre todos para seguir creciendo.
Existen plataformas como Ceramic que se encuentran descentralizadas. El identificador creado por esta plataforma descentralizada puede dividirse en múltiples perfiles para distintos usos, de forma que entregues a demás plataformas, con las que interáctuas, lo único y necesario. Digamos que si quieres probar tu nacionalidad, solo basta entregar tu Ceramic ID con tu infromación e identificadores de nacionalidad, sin la necesidad de que reveles tu número de DNI, nombre completo o información general. Al formase estos vinculos, se esta revolucionando la forma de interactuar socialmente y con las instituciones. Por ello, más allá de una revolución financiera, es una revolución cultural.
Asimismo, cuando se adquiere un NFT, se crea un lazo de pertenencia con este que puede ser validado por todas las plataformas decentralizadas que requieran cierta información personal. Claro está que, la información personal que requieren puede ser compartida o verificada sin entregar toda tu información o poner en riesgo información sensible que no desees compartir.
🎨Propiedades comunitarias y el arte
Seguramente en algún momento de este boletín (o quizás no) te haz preguntado cómo repercute y afecta esto a los artistas. ¿Estamos ante una posible devaluación del arte? Pues, en realidad, parece ser lo opuesto. Esta nueva evolución del mercado cubre la necesidad de atención que tenían los artistas digitales, abre una nueva ventana de oportunidad laboral. Además, protege la propiedad intelectual de los artistas: “Con la inclusión de un NFT se puede confirmar la autenticidad, con el añadido de que se registra la historia de compraventas futuras, lo que supone que el artista puede obtener también los derechos de autoría de cada transacción. Tengamos claro que un NFT es un certificado. No es un tipo de obra de arte ni una técnica de creación ni un movimiento artístico.”
Sin embargo, no solo le conviene a ilustradores digitales. Por ejemplo, muchos creadores de memes han sabido aprovechar esta tecnología a su favor.
Disaster Girl (la niña del desastre) En el 2021, Zoë Roth vendió en formato de NFT esta foto de ella tomada en el 2005, que se había viralizado desde entonces como un meme. El nft fue vendido por 500.000 dólares.
En junio del 2021, la imagen meme 'Doge' fue vendida como nft por 4 millones de dólares, aunque fue sorprendente, no era más que el inicio de la historia; ya que, su valor siguió en aumento hasta llegar a 220 millones de dólares.
Así, el mercado de venta de NFT funciona como cualquier subasta de arte en donde el precio inicial lo coloca el artista en base a la red de contactos que tiene o su reconocimiento social. Es decir, en base a la comunidad que lo respalda. Y al estar en un criptomercado, los términos como especulación no son nuevos ni ajenos.
¿Y qué pasa con los consumidores?
Entonces, el valor de un NFT varía entorno al valor que le da su comunidad; en otras palabras, las dinámicas sociales son las que definen su legitimidad y valor. Esto implica que si, por ejemplo, un personaje de una película tiene su NFT; el dueño de este personaje no seria únicamente la corporación que lo creó, sino la comunidad que lo sostiene. Actualmente, con la interacción que estamos acostumbrados a tener en la Web2, nuestros personajes exitosos existen como propiedad intelectual única de una sola corporación. Un gobierno centralizado del que somos consumidores pasivos de los productos que se crean y de la linea narrativa que la corporación decide seguir. En la Web3, no solo puedes ser parte del camino que tomará tu personaje favorito, sino de cuestiones más grandes. Ya que “se está produciendo un cambio cultural más amplio en las corporaciones y más allá de ellas. Un ejemplo claro es el aumento de la inversión ambiental, social y de gobierno corporativo (ESG), o la inversión activista, o las comunidades de fans para todo tipo de creadores. Lo que estos muchos sabores diferentes de participación tienen en común son las partes interesadas o las comunidades que buscan nuevas formas de organizarse e invertir tanto tiempo como dinero en apoyar a las personas y las causas que les atraen.”
😼Conclusiones
Se concluye entonces que, existe más responsabilidad por parte del usuario que aún no asume - sin embargo no nos debemos preocupar, pues conforme tenga más derechos dentro de la Web, sus responsabilidades también irán en aumento. La tecnología ha quedado expuesta como un medio, mas no un fin en si misma. Por lo que, es de suma importancia que los usuarios estén informados y actualizados.
Los nfts más allá de ser simples imágenes virtuales, son la cara de una revolución cultural y financiera. Teniendo un trasfondo de independencia y libertad. Espero te haya gustado el newsletter de hoy. ¡Qué tengas buena semana!🚀
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